
El origen del croissant se sitúa en Budapest ,en 1686 que por aquella época estaba bajo dominio turco.
La historia cuenta que las fuerzas imperiales del asedio estaban cavando un túnel bajo las muralla de la ciudad y los panaderos que trabajaban de madrugada oyeron el ruido de la excavación y dieron la voz de alarma. Eso permitió contener el ataque.
Como recompensa a los panaderos se les pidió que preparasen un pastel especial con forma de media luna creciente, el emblema del Imperio Otomano.
Otras fuentes también supuestamente fiables cuentan la misma historia pero la sitúan en el sitio de Viena en 1683.
Aunque ninguna de estas historia sobre el origen del croissant llega a explicar cómo llegó a ser un elemento estrella de la repostería francesa.
La verdad es que históricamente no hay ninguna mención al croissant en un diccionario hasta el año 1853 y la primera receta de un dulce similar a lo que hoy conocemos como croissant se publicó en París en el año 1905, lo que acabaría con la leyenda.

Siempre había pensado que su origen era francés. Me ha parecido curiosa la leyenda que le otorga esa forma.
Sea cual sea el origen, bienvenida sea la idea.