
Tiene un contenido de lípidos similar al atún o reo, y un alto contenido de ácidos grasos monoinsaturados, insaturados y omega-3. El consumo del mismo es fundamental para llevar a cabo una dieta equilibrada. Por ello, se recomienda consumir 3-4 porciones a la semana porque aporta un alto valor biológico de proteínas, potasio, hierro, calcio, vitamina D y vitaminas del grupo B.
Según la Fundación Española del Corazón, una de sus principales características es que es muy beneficioso para la salud cardiovascular, lo que se atribuye a sus elementos constitutivos: mucha agua, aproximadamente un 20% de proteína de alta calidad y muy poca grasa saturada.

Entre todos los pescados azules, el salmón es sin duda el más consumido. Además, la Fundación Española de la Nutrición destaca que es rico en proteínas y minerales, como fósforo, selenio, yodo y potasio. También contiene vitamina B y vitaminas D y E.
Por estas propiedades, reduce el colesterol «malo» y aumenta los niveles de colesterol «bueno», disminuye la presión arterial, reduce la inflamación de las lesiones arterioescleróticas y retrasa su formación, como enfatizan las organizaciones de consumidores y usuarios. Del mismo modo, ayuda a fortalecer los huesos, ayuda a la formación de la estructura ósea, mantiene la glándula tiroides en buen estado y mejora la memoria.
Bibliografía:
https://www.oximesa.es/blog/conoces-los-beneficios-del-salmon/