El descubrimiento muestra que el consumo protege de los efectos de los rayos ultravioleta. La carne, el cacahuete y el extracto de tomate se encuentran entre los elementos ricos en la sustancia.

Investigadores de Italia presentaron un descubrimiento en el Congreso de la Academia Europea de Dermatología y Venereología sobre el uso de vitamina B3. El estudio reveló que la ingestión de la sustancia en los alimentos puede ayudar a proteger las células de la piel de los efectos de la exposición a los rayos ultravioleta, el principal factor de riesgo de los cánceres de piel no melanoma.
El resultado es un avance en relación al estudio de la vitamina B3, pues ya se conocían los efectos positivos en el uso de cosméticos que contienen el compuesto. “Ahora, la investigación ha encontrado que el uso oral puede traer beneficios.
Los resultados muestran que la vitamina B3 protegió a las células de la piel de los efectos del estrés oxidativo, incluido el daño al ADN, mejoró la reparación del ADN y, además, bloqueó la inflamación local.
El estudio dice que el aumento del consumo de vitamina B3, que está disponible en la dieta diaria, protege la piel de algunos de los efectos de la exposición a los rayos ultravioleta, reduciendo potencialmente la incidencia de cánceres de piel no melanoma. “Sin embargo, el efecto protector de la vitamina B3 es de acción corta, por lo que no debe consumirse más de 24 a 48 horas antes de la exposición al sol. Y debemos recordar que nada reemplaza al protector solar.

El consumo moderado de estos alimentos puede «preparar» a nuestra piel para los riesgo de los rayos ultravioleta. Sin embargo, como bien se menciona al final aunque de forma muy breve, la mejor medida que podemos adoptar para minimizar los riesgos de la radiación solar es el protector solar.